Sonríe


martes, 3 de julio de 2012

Cuento: Las apariencias engañan

Aquí os dejo un cuento que se ha inventado Laura Zhifeng Morales Morales.

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN



¡Hola! Bienvenidos a mi diario, os preguntaréis por qué digo “mi diario” ¿verdad? Bueno, es que yo os voy a contar un cuento sobre mi vida, y como yo escribo todos los días que pasan en mi dia-
rio pues por eso digo “a mi diario” ¿ comprendéis?Antes de todo, ¡No me he presentado! Menuda cabeza la mía. Empecemos de nuevo.
¡Hola! Me llamo Natalia, soy una niña de 10 años, tengo el pelo rubio, los ojos celestes y en mi cara se lucen unas cuantas pecas. Me gustan muchísimo los deportes y el que mejor se me da es el
voleibol. Además voy a clases de árabe, (un poco raro ¿verdad?)
Bueno, ya me he presentado, sigamos.
Os contaré el cuento del que he mencionado antes sobre mi vida,se llama “LAS APARIENCIAS ENGAÑAN”.
Un día, la seño dijo:- tenéis que traer vuestra mascota a clase y hacer una descripción sobre ella. Entonces cuando volví a casa sin pensarlo dos veces hice la redacción sobre de Fusel (así se llama mi
pez) Y en un volón la terminé.
Al día siguiente llevé a mi pez junto a la redacción. La seño me puso un 11111000000 (un 10 ) y yo tan contenta hasta que salimos del cole y me vieron todos mis compañeros con Fusel. Se empezaron a reír de él por lo poco que hacía y lo pequeño que era. Yo no lo comprendí porque los peces son así, pero un niño me explicó el por qué de las risitas.
– Mira Natalia, todos nosotros tenemos animales guays con los que jugamos hacemos cosas divertidas …, en cambio tu solo tienes un insignificante pez ¡ ja, ja, ja !
Él se rió mucho, pero a mi me sentó fatal y seguro que a Fusel también. ¡ Ah! Se me ha olvidado decir una cosa, Fusel no es un pez normal, sino ¡que puede hablar! Digo esto porque él ( que también entiende nuestro idioma ) puede verlo y oído todo y afectarle mucho, ya que te digan eso no sienta nada bien.
Y... así fue, nada más llegar a casa Fusel me dijo que no le gustó nada lo que pensaban los niños
sobre él. Y contesté:
- no les hagas caso y que sepas que eres un pez magnífico.

Por la noche ya en la cama , me quedé pensando de qué manera podría solucionar lo de Fusel
e intentar que todos se diesen cuenta de que él no es una cosa insignificante y que además era muy guay. Al final se me ocurrió que podría enseñarles el gran poder de Fusel, hablar y entender a
las personas y así dejarían de reírse .
Al día siguiente le conté mi plan a Fusel, y le encantó, estuvo toda la mañana cantando  
-¡bien, no se van a reír de mi, y yo voy a ser muy feliz!
Cuando llegué al cole , todos se rieron de él pero yo empecé mi plan . Reuní a todos mis compañeros y les enseñé como Fusel hablaba , él dijo:

- ¡ hola soy Fusel la mascota de Natalia !

Al hablar me dije: Natalia tu plan está fenomenal, ¡vas a lograrlo! Pero resultó que fue todo lo con-
trario. Los niños se empezaron a reír aún más, y decían:
- menudo invento, poner una grabadora y hacer creer a todos que el pececillo habla, ¡ja, ja, ja !
Esta vez ya no me sentó fatal, me sentó suuuuuuuuuper fatal, estaba que echaba chispas y me salía
humo por las orejas.
Ya no sabía que hacer, y Fusel tampoco.
En mi casa me quedé pensando 1 hora, 2 horas, 3,4,5,6,7,8,9,10...hasta que exploté. Y le dije a Fusel:
-Mira, yo me he extrujado el cerebro bastante, y no se me ocurre nada que hacer. ¿Y a ti ?
Fusel contestó:

– A mi tampoco se me ocurre ningún plan ¿qué vamos a hacer ?

- No lo sé -dije. A lo mejor si se le digo a mi seño, ella hará algo para solucionarlo.


Bueno, pues resultó que así fue, se lo conté todo a mi seño, pero resulta que no me dio ninguna solución ante el problema, sólo me dijo lo típico de siempre,.no les hagas caso. Y tenía razón,
pero yo estaba harta de que se rieran de mi pez y tenía que hacer algo para solucionarlo, o si no
estarían toda la vida riéndose del pobre Fusel; ¿ Os lo imagináis ? Sería un horror.
Justamente un viernes, nos dijo la seño que íbamos a ir a hacer una excursión a la playa,
y también nos dijo que nos llevásemos nuestra mascota porque iba a haber un hombre que nos explicaría cosas y tratamientos para cada uno de nuestros animales (el hombre era veterinario.)


La excursión cayó el día siguiente y allí estábamos todos a las 10:00 h en punto en el cole, dispues-


tos a irnos en autobús (con nuestras mascotas, claro) a la playa.¡ Qué bien nos lo íbamos a pasar !


Cuando llegamos, todo el mundo salió disparado hacia el mar (incluida yo) y nos empezamos a mo-


jar que no veas la que se armó. Después de secarnos, el veterinario nos dio los consejos y nos explicó cosas sobre nuestras mascotas, a mí me dio un consejo tontísimo, era:
-chiquilla, tienes que poner piedras en la pecera de tu pez, y así decorarla más.

Algo absurdo, en fin, así son los mayores.


Después de la charla de 1 hora, nos dejaron bañarnos con nuestras mascotas, Fusel me pidió que


si podía bañarse, yo asentí . Justo en el momento que iba a soltarle vino, el perro de Andrés


se comió a Fusel, ¡cómo lloré ! Lo quería muchíííííííísimo, pero no hubo manera de sacar a Fusel de la boca de aquel perro grosero y matón de pececillos. Pasaron las horas de la comida, hasta que
nos dejaron otra vez bañarnos en el mar, yo no tenía ni ganas, pero por fuerza me tuve que bañar,
de repente sentí un cosquilleo en las piernas, como si un banco de peces estuviera alrededor de
mis piernas, miré hacia bajo y me encontré delante mía nada más y nada menos que a Fusel y a
otros peces que no conocía de nada. Pero eso me dio igual,¡ estaba tan contenta!


Abracé a Fusel que casi le ahorco; después de tanto entusiasmo, Fusel me explicó que esos eran
amigos suyos y que ellos le salvaron.


Los encontró cuando aún no habían capturado a Fusel para venderlo, se conocieron en un puerto
buscando buenas fotos para el cursillo de fotografía marítima. Tiene tres amigos, y son: Satélite,Tunies y Gema.

Pero resultaba que sus amigos también podían hablar, ¿cómo? Pues verás, Fusel y compañía
proceden de un país marítimo llamado “ PECEZOLANDIA”y en este lugar todos los habitantes hablan y se pueden comunicar con las personas. Allí no pueden ir los humanos ni cualquier ser vivo
que no sea de mar,es decir, que no soportase el agua, ya que si no las criaturas que viven allí no podrían hablar ni entender a las personas.


Después de la historia que me contó Fusel sobre sus colegas ( ¡ ji,ji. ji !)y él, me estuve bañando
con todo el mundo (incluidos los peces) . Hubo un momento en el que se bañó el perro de Andrés,
el perro grosero y matón de pececillos ¿ recordáis ? Bueno pues no se bañó ni 15 segundos porque
resultó que se ahogó . Andrés estaba desesperado y llorando ya no sabía que hacer, un socorrista
se lanzó al agua a ver si podía rescatarlo, pero no hubo manera, cuando fue a cogerlo se le resbaló de las manos y no pudo rescatarlo( lo intentó sus 10 u 11 veces).


Cuando yo me enteré del caso, sentí mucha lástima de Andrés, ya que yo había sufrido también algo
parecido, como Fusel todavía estaba en el mar, podía rescatar al perro entonces le dije:
- ¿ por qué no ayudas a salvar al perro de …? Y no me dejó terminar la frese porque él me dijo al instante:
– si, además ya tango un plan para rescatarle.


Entonces puso su plan en funcionamiento, se fue con todos sus amigos y cogieron un red, luego
pusieron la red debajo del perro sujetándola por cada uno de sus extremos, después tiraron con todas sus fuerzas del perro como haciéndolo llevar en una camilla hasta que al fin consiguieron rescatarlo y llevarlo a la orilla. Por suerte, el perro aún vivió, Andrés estaba super contento y todo el mundo también. Luego él se acercó a Fusel y le dijo:
 – muchas gracias por haber salvado a mi perro, y perdona por reírme de ti y decirte que eres algo insignificante, eso no es verdad, eres el mejor pez del mundo.
-gracias por decirme todo eso, ¡ah! Y yo solo no he rescatado a tu perro, mis amigos también me ayudaron -dijo Fusel.
Justo cuando nos íbamos, todos mis compañeros se disculparon de a haberse reído de mí, y me dijeron que mi pez era algo que no se encontraba muy fácilmente, un pez noble, bueno,gracioso...
Cuando volví a mi casa, me tumbé en mi cama y le dije a Fusel:
-estoy muy contenta de tenerte como dueña, y orgullosa de ti por ser ton buen pez
-yo estoy también estoy muy contento de haberte tenido de dueña, porque de no haber sido por ti, estaría sufriendo mucho. Gracias- dijo Fusel.                                                                      

                                                                                FIN                                                          Laura







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